CUANDO TU HIJO PIERDE UN SER QUERIDO
Por psic. Ana Lucía Anaya García
¿Sabías que para los niños el perder a
un ser querido es aún más difícil que
para un adulto? Pues si, y para explicar
esto hay varias razones:
• Para la mayoría de los niños, el luto es una
experiencia nueva. Y como pasa con toda nueva
experiencia, lo desconocido puede resultar confuso e
impactante.
• Es posible que los niños pequeños no comprendan realmente lo que significa morir y
puedan sentirse confundidos por las reacciones de los miembros de su familia.
• El concepto muerte – vida en los niños pequeños es mínimo, no saben siquiera
diferenciar entre ellos y los demás.
• Así su pensamiento imaginativo les hace difícil saber lo que ha ocurrido realmente si
alguien cercano fallece.
• Hacia los ocho o nueve años suelen pensar que juguetes, dibujos, piedras, tienen “vida” y
que la muerte es algo pasajero.
• Aún así el sentimiento de separación y soledad que les produce la pérdida, les hace
mantener un sentimiento doloroso de abandono.
• Durante esta etapa es vital sentirse protegido, si sienten que han perdido esa protección a
causa del fallecimiento de la persona querida, le producirá inestabilidad emocional y
sentimientos de rabia y miedo.
• Los niños/as pueden vivir la pérdida con un gran sentimiento de culpa. Pueden creer que
el/ella mismo/a provocó el mal. Ya sea porque se enfadaran tiempo atrás con el fallecido,
por creer que no se portó bien con o porque fue desobediente.
• No se debe olvidar que los niños/as tienen sus propios recursos para luchar contra la
tristeza que la pérdida les produce, como su mentalidad de fantasía.
• Su inmadurez emocional y psicológica también les servirá como una forma de protección
y ayuda para reducir el grado de angustia.
Te preguntarás ¿cómo hago para
ayudar a mi hijo a resolver su duelo?
Aquí te mostramos algunos puntos
importantes:
Los mayores debemos reconocer que ellos
también han sufrido su pérdida y… ¡es
imposible evitarles el dolor que sienten!
En vez de ocultar y evitar la triste
realidad por la que cada miembro de la
familia está pasando, es ayudarle a
enfrentar su dolor.
En el funeral, cortejo, sepelio, etc.,
podemos estar con ellos explicándoles
cada paso o anticipándoles lo que va a
pasar. Por ejemplo, “después del acto
CUANDO TU HIJO PIERDE UN SER QUERIDO
religioso, vamos a ir al panteón en donde
se sepultará el cuerpo de….”
No debemos sobreprotegerlos o aislarlos
de lo que la pérdida de nuestro ser querido
produce en la familia.
Si logramos hacerlo sentir acompañado,
guiado, protegido y apoyado él mismo
ira encontrando la forma de enfrentarse
a su dolor y a la pérdida de una manera
sana. Y para esto tenemos que:
Informarles directamente.
El niño tiene derecho a ir preparándose para el suceso si este es previsible, como en el
caso de una enfermedad terminal. Lo mejor es decírselos lo más pronto posible para
evitar que se entere por otras personas.
Debes prepararte para su reacción que puede ser un estallido de llanto o de rabia, que
aviente objetos, patee, o diga insultos. Lo mejor es no hacer ningún reproche si su
reacción es violenta; mas bien muéstrate sereno(a) y déjale sentir tu compañía.
Dialogar sobre la muerte, usando ejemplos cotidianos.
Puedes apoyarte viendo una película que tenga que ver con el tema y más si hay
involucra a un niño de su edad. O explicar con la muerte de una mascota o una plantita,
etc.
Esto le permitirá verla como algo natural y abrirá un proceso de comunicación entre tú y
el, también te permitirá aclarar conceptos de fantasía, conocer sus sentimientos y el
aprenderá a confiar en ti y a hacer preguntas abiertamente.
Ser sinceros.
Se les debe decir la verdad de manera clara para no confundirlos. El niño necesita
expresar sus emociones, temores e inquietudes y para ello necesita a un adulto que sepa
explicarle con palabras simples lo que pasó y porque.
Contestar a sus preguntas y explicar sus dudas.
Es importante contestarles de forma adecuada a su edad, comprensión y madurez. Por
ejemplo si pregunta: ¿y dónde está ahora? Le contestas con la verdad, que su cuerpo ya
no está vivo, eso quiere decir que ya no oye, no habla, no ve, etc., y que por eso ya no
está con nosotros, debes hacer mucho énfasis en que la persona (o mascota) ya no va a
regresar.
Tomarlos en cuenta.
Cuando fallece alguien muy cercano no es conveniente apartarlos o dejarlos encargados
con alguien no muy cercano. Esto lo puede hacer sentir aislado y alejado de su entorno
familiar seguro en momentos terribles también para él.
Lo mejor es hacerles participar en todo el proceso de la muerte, desde el hospital, funeral,
duelo, esto les permitirá asimilar lo sucedido de una manera sana.
Expresar los sentimientos
Insistir que es normal llorar, sentirse
afligido y sentir tristeza o pena por no
tener más a la persona querida.
Los niños expresan sus sentimientos
aunque no sea de forma verbal, son muy
observadores y generalmente los
expresan de la misma manera en que los
adultos que los rodean así que si convive
en un ambiente en que aun con tristeza
se le ofrece serenidad, seguridad y
cariño, el lo hará de la misma manera.
Llorar frente al niño no le hará daño, de
hecho puede ser muy bueno para ambos
si el niño tiene la oportunidad de ofrecer
consuelo al adulto, esto fortalece
vínculos y es sanador, sin olvidar decir
al niño que esta tristeza es por la
añoranza de no ver al familiar y recalcar
que poco a poco volverá la calma.
Si tú no expresas tus sentimientos, él
también aprenderá a reprimir los
suyos.
Llorar juntos en un abrazo puede ser una
terapia sanadora donde ambos son
consolados y consoladores. Hacerlo
evitará que tu niño viva solo este dolor
sin sentir la cercanía y comprensión que
un adulto seguro puede darle.
NOTA
Hay algunos casos en los que es mejor no involucrar al menor en los servicios funerarios. Esto es cuando se
pone en riesgo la integridad física, emocional y psicológica del niño. Algunos ejemplos pueden ser: si el
familiar estuvo involucrado en problemas legales y que por lo tanto pueda haber actos violentos durante el
funeral, si el niño puede enterarse de sucesos dolorosos como descubrir que tiene medios hermanos, si hay
familiares que no saben como manejar sus emociones y estaría expuesto a una cantidad excesiva de drama,
si el familiar murió por alguna causa violenta en la que no se le puede ver debido a la deformidad.
En el siguiente tip veremos como reconocer las reacciones emocionales y físicas de un
niño con problemas para resolver el duelo.