EL PROCESO DEL ACOSO
Desarrollo:
El Acoso Escolar, en el que están implicados el acosador, la víctima y los espectadores es un proceso dinámico en el que se pueden diferenciar algunas etapas:
- En un primer momento el acosador puede comenzar a fijar objetivos potenciales de acoso mientras que los componentes del grupo se van posicionando frente a posibles ataques.
- Pronto el acosador pasa a realizar pequeñas intimidaciones que no son afrontadas eficazmente por la víctima, mientras que los espectadores o bien apoyan o se desentienden de las primeras agresiones.
- Comienza la agresión física, con la victima sufriendo las consecuencias, y los espectadores sufriendo en general impotencia y culpabilidad.
- La gravedad de las agresiones va aumentando paulatinamente con un sentimiento de desesperación y derrumbamiento de la autoestima de la víctima, mientras los espectadores se terminan decantando entre los que lo ignoran y los que lo apoyan.
- Una vez que el acoso se ha instaurado se extiende a otros ámbitos, pudiendo llegar la víctima al suicidio, mientras los espectadores se sumen definitivamente en la impotencia y el individualismo.
Dado que los casos de Bullying suelen transcurrir en la sombra y la mayoría de los casos no son denunciados, resulta de gran interés el poder detectarlos para actuar sobre ellos.
Algunos indicadores observables desde el ámbito familiar de que un niño o adolescente está siendo objeto de acoso escolar son los siguientes:
- Presencia de lesiones físicas.
- Pérdida o rotura de pertenencias.
- Cambios de humor muy acusados.
- Tristeza o síntomas de depresión.
- Pasar mucho tiempo sólo y no salir con amigos.
- Descenso en su rendimiento escolar.
- Miedo a ir al colegio, o poner excusas para faltar.
- Síntomas psicosomáticos (vómitos, dolores abdominales) antes de ir al colegio.
- No hablar del colegio.
En el medio escolar se podrían dar los siguientes indicadores de que un alumno está siendo acosado:
- Absentismo escolar frecuente.
- Descenso en el rendimiento escolar.
- Apatía, abatimiento, tristeza.
- Alumno que no es escogido para trabajo de grupo.
- Soledad, ausencia de relaciones en el colegio.
- Murmullos, risas por lo bajo, cuando un alumno entra en clase o contesta a una pregunta.
- Viene con golpes o heridas del recreo.
- Casi siempre sale de casa con el tiempo justo, o sale el último o el primero de la clase para no coincidir con los agresores.
- Se pone nervioso al participar en clase.
- Conflictos frecuentes con los mismos compañeros.
Los indicadores observables desde la familia de que un niño o adolescente es un acosador, serían:
- Ausencia de empatía con el sufrimiento de los demás.
- Prepotente y dominante con hermanos y amigos.
- Hablar despectivamente de algún chico/a de su clase.
- Mofarse o burlarse de sus iguales.
- Haber sido recriminado más de una vez por peleas con sus iguales.
- Falta de cumplimiento de las normas en casa.
Los indicadores para el profesorado de que un alumno es un acosador escolar, serían:
- Falta de cumplimiento de las normas de la clase.
- Burlarse de los demás cuando intervienen en clase
- Comportamiento agresivo.
- Prepotentes y dominantes con sus compañeros de clase.
- No asumir la responsabilidad de su conducta, ni pedir perdón cuando ha actuado mal.
- Enorgullecerse de su conducta agresiva.
(Continúa, ver Item al margen izquierdo)